El TDAH deriva de un cuadro sintomatológico caracterizado por déficit de atención, hiperactividad motriz e impulsividad.
Características:
- Conducta desatenta:
- No termina las tareas que empieza.
- Comete muchos errores.
- No se centra en los juegos.
- Dificultades para organizarse.
- A menudo no escucha cuando se le habla directamente.
- Evita las tareas que requieren esfuerzo mental.
- Con frecuencia pierde cosas que necesita.
- Se distrae con cualquier cosa.
- Muy descuidado en las actividades.
- Conducta hiperactiva y falta de autocontrol:
- Constantes movimientos de manos y pies.
- Se levanta constantemente.
- Corretea por todos los lados.
- Le cuesta jugar a actividades tranquilas.
- Habla en exceso.
- Hiperactividad motriz en el aula.
- Presenta dificultades en la coordinación motriz y en la estructuración perceptiva.
- Dificultades en ejecutar movimientos sucesivos y opuestos con mucha rapidez.
- Dificultades en el reconocimiento de figuras o letras trazadas en la piel.
- Dificultades en el reconocimiento de objetos al tacto.
- Conducta impulsiva:
- Impulsividad comportamental ligada a la falta de control motriz y emocional.
- Comportamientos sin evaluar las consecuencias de sus acciones.
- Comportamientos regidos por la gratificación inmediata.
- Baja tolerancia a la frustración.
- Se precipita en responder antes de que se haya terminado de realizar la pregunta.
- Dificultades para guardar turno.
- Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye en las actividades de los demás.
- Desorganiación y falta de autonomía:
- Desorganización personal interna y externa.
- Falta de autonomía en su comportamiento. Dependencia de estímulos externos.
Consejos:
- No centrarse en los aspectos negativos.
- No calificarle de vago o desinteresado.
- No subestimarle.