La Dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en personas que no presentan ningún hándicap físico, psíquico ni sociocultural y cuyo origen puede derivar de una alteración del neurodesarrollo.
La lectura se caracteriza por las omisiones, sustituciones, distorsiones, inversiones o adiciones, lentitud, vacilaciones, problemas de seguimiento visual y déficit en la comprensión.
Síntomas:
- Mala lateralización.
- Errores perceptivos.
- Alteraciones en la psicomotricidad.
- Falta de atención.
- Golpes de visión cortos.
- Deficiencia en la memoria a corto plazo.
- Desorientación.
- Confusión.
Podemos encontrar diferentes modalidades:
- Dislexia fonológica o disfónica:
- Al leer utilizan un vocabuario visual.
- Leen bien las palabras regulares familiares.
- No leen pseudopalabras ni palabras desconocidas.
- Deletrean mejor las palabras conocidas que las desconocidas.
- Presentan errores en las palabras parecidas (firme por forma).
- Presentan errores derivativos (apareció por aparición).
- Dislexia superficial o diseidética:
- Reconocen pocas palabras de forma automática.
- Deletrean bien igualmente las palabras conocidas que las desconocidas.
- Son incapaces de señalar el significado de las palabras homófonas (hola y ola).
- Presentan errores de omisión, adición o sustitución de letras.
- Presentan errores de regularización. Se ajustan a las reglas de conversión grafema-fonema.
- Pueden cometer errores de sustitución en las palabras funcionales (el por un).
- Dislexia profunda:
- Errores semánticos o paralexias (mar por océano).
- Errores visuales (firme por forma).
- Errores derivativos (mesa por mesas).
- Cambios en las palabras funcionales.
- Peor lectura con las palabras abstractas que con las concretas.
- Dificultades para acceder al significado.